En
la Escuela Infantil Tiritas realizamos escenarios de juego utilizando un
recurso tan valioso como es el retroproyector. Este nos aporta calidez,
experimentación, descubrimiento, asombro, interpretación, etc.
En
este caso creamos un espacio de juego para el grupo de 1-2años, en el que
puedan interactuar con los materiales y el cuerpo, con las luces y las sombras;
descubriendo las proyecciones de hojas que hay sobre la pared, experimentando
con las luces, las sombras y la relación con el espacio.
Tras
un rato de juego identificaron sus propias sombras, siendo este un gran
descubrimiento para el niño; entonces la propuesta de juego se convirtió en un
espacio en el que se reconocían, identificaban, atrevían, jugaban e imaginaban.
Mi sombra me sigue,
mi sombra me atrapa,
mi sombra se encoge,
mi sombra se alarga,
me imita y se esfuma,
se dobla y se agranda
y baja cuando subo
y sube cuando bajo
y sin ningún trabajo
es dinosaurio o nube,
es gigante o enano
y está donde ya estuve.
Sombra que prolongas
la noche en el día,
ahí donde te pongas
eres mi otra y la misma,
sombra que asombras
bajo sombrero o sombrilla,
dime en silencio, hermana,
dime, ¿por qué no brillas?
“Edgar Allan García”
