lunes, 7 de septiembre de 2015

El periodo de adaptación adaptado a todos

El periodo de adaptación en la Escuela Infantil siempre se plantea teniendo en cuenta lo más favorecedor para el niño. En esta búsqueda, es común pensar que dosificar en tiempos su presencia en la Escuela, garantiza dicha adaptación. Pero resulta que los niños siguen teniendo esa sensación de abandono cuando sus padres les dejan allí. Los tiempos tan diferentes que maneja la infancia, implica que adaptarse es un tarea ardua y costosa. Los pequeños poseen el tiempo de la emoción y no el tiempo del reloj. Por ello, se ven abocados a una espera desajustada a su necesidad, el tiempo no pasa y una hora que para un adulto es un tiempo moderado, para ellos se transforma en un reto mayúsculo. Que sea un reto lo asumimos todos, pero si pensamos en la mejor forma de adaptarse y familiarizarse a la Escuela Infantil, hay veces y siempre que sea posible, que hay alternativas más favorecedoras. 

La mayoría de las veces los niños pasan la primera semana en la Escuela, alargando los tiempos de estancia al nuevo espacio. Sin embargo, pensamos que cuando en el proceso de adaptación y familiarización a la Escuela Infantil, los niños están acompañados por los adultos de referencia, el espacio se viste de ellos. Ya el curso pasado, la Escuela Infantil Tiritas, en el Hospital de Alcorcón, puso en práctica este tipo de adaptación en una de sus aulas. El resultado fue tan satisfactorio para todos, niños, padres y equipo educativo, que no hemos podido evitar ponerlo en marcha de nuevo. 

Cuando mamá, papá o un abuelo se comunica con el educador, simbólicamente le está presentando al niño, el nuevo adulto que va a formar parte de su crianza, se construye la confianza necesaria y los procesos de reconocimiento de las nuevas figuras de referencia en este nuevo espacio. La persona de la familia que acompaña al bebé, le dota de seguridad y confianza, proceso que es recíproco, ya que ésta adquiere confianza en el espacio que también es nuevo para ella. 

La Escuela, entendiendo los procesos de adaptación del niño de esta manera, muestra a las familias que el espacio y las personas a cargo, están preparadas para lo que acontece en estos primeros meses, que todo está dispuesto, que todo fluye con cada uno de los integrantes de la comunidad educativa. La Escuela de puertas abiertas como la entendemos, es flexible, se amolda a las situaciones cambiantes que, sin lugar a duda, se dan en una Escuela Infantil. Este hecho, aporta la dosis de confianza necesaria para que todo el proceso se torne más amable, respetuoso y compartido. 


La Escuela se vuelve reflexiva, busca en su propia experiencia lo que reconoce como mejor, busca soluciones, efectúa hipótesis, contrasta, se arriesga en busca de una mejora constante en pro de la infancia. Este primer acercamiento se hace en busca de la excelencia educativa, sin excusas, sin perezas, sin falsos compromisos y sin costumbres adquiridas año tras año. 

Miguel de la Morena 
Director Escuela Infantil Tiritas