martes, 17 de mayo de 2016

Compartimos el Día de la Madre con sus protagonistas

Un día tan especial necesitaba también una celebración muy especial. Para ello abrimos la Escuela a las todas las mamás para compartir en comunidad este día.

Para los pequeños de la Escuela, bebés hasta 2 años, unos días antes pedimos a las mamás un pañuelo con su olor o su perfume favorito. Cuando tuvimos todos, los metimos en bolsas de papel que colgamos del techo de la Sala de Usos Múltiples junto con papel de seda triturado y fotos.

 

La propuesta era descubrir en qué bolsa se encontraba su pañuelo, guiándonos a través del olfato y a modo de piñata, tirar de la cuerda que tenían en la base. 


A través de esta actividad, se generó un espacio de juego muy divertido que compartieron mamás y bebés. Un reto de sentido y sentimientos, un espacio para estar y ser por un instante niño frente a nuestro niño, un drenaje emocional que fluía en el espacio como convocatoria de estar en la Escuela de otra manera diferente.

La dinámica finalizó llenando botellas de plástico con el papel que se había desprendido de cada bolsa y que a su vez colgamos en la entrada de la Escuela como huella viva de este día tan especial. 


Con el aula de mayores, de 2-3 años, también preparamos su propia actividad. Antes de recoger a sus hijos, las madres pudieron ver una presentación de fotos que mostraba su creciendo desde bebés hasta el día de hoy. Las emociones ya estaban presentes y preparadas para fluir más adelante en el espacio de juego.

 

Con Leyenda del Hilo Rojo hemos realizado un espacio de juego donde el hilo conectaba a las mamás con una parte del cuerpo de sus hijos por la cual estuvieron unidos durante el embarazo, el ombligo.
Cuenta una leyenda Oriental 
que existe un HILO ROJO 
que conecta a aquellos que
están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo… 
del lugar o las circunstancias. 
El hilo puede tensarse,
enredarse, pero jamás 
podrá romperse.

Un misterioso hilo rojo nos llevaba a una caja que albergaba la foto del ombligo de cada niño, cubierto con pápeles de seda recortado como simbología de la infancia, de la Escuela y a su vez, como elemento lúdico para el juego que posteriormente se generó.

El reto era buscar el ombligo de sus hijos, un reto divertido, un reto de reconocimiento profundo, un reto donde la emoción no se desprendía de la diversión, un reto y una nueva manera de celebrar en la Escuela un día tan señalado.


Una vez descubierto el ombligo de sus hijos había que enlazarlo con sus nombres que estaban colgados alrededor del espacio de juego, de esta manera el Hilo “conectaba de nuevo a mamá y al bebé”.

Para finalizar y para dejar una huella física del tiempo jugado, igual que con los pequeños, llenamos botellas con el papel de seda con el que habíamos jugado y así convertirlo en elemento decorativo que preside la entrada de la Escuela dándonos la bienvenida cada jornada.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Incorporamos la mesa de luz en la Escuela Infantil Tiritas

Trabajar con la mesa de luz se está convirtiendo en un recurso muy popular en la Escuela Infantil. Desde luego es un elemento con gran cantidad de utilidades y beneficios.

En las últimas semanas hemos incorporado en la Escuela Infantil Tiritas una mesa de luz como recurso educativo y pedagógico, asociado con la exploración y el descubrimiento. Las utilidades son casi infinitas, se trabaja desde la integración sensorial, la estimulación del lenguaje, la atención, hasta la observación entre otras muchas cosas, todos aspectos fundamentales para este tipo de aprendizajes.

Además es una excelente manera de llamar la atención de los niños, ya que se sienten naturalmente atraídos por la luz, lo que hace que esta experiencia sea más motivadora y enriquecedora.