El nido de papel

El Nido de papel nos dio una acogedora bienvenida a principios de septiembre y hoy pone fin a todo un curso juntos. 

El nido simboliza el acogimiento, la ternura, el abrigo, la protección, y lo recuperamos para compartirlo con vosotros, las familias. Las mismas sensaciones que tuvimos nosotros con los niños las ponemos a vuestro alcance para compartirlas en comunidad. 

El papel, elemento investigado y experimentado muchas veces durante el curso, hoy nos sirve de nexo de unión, y como elemento lúdico nos integra dentro de las realidades de la infancia y nos devuelve a nuestra época infantil. El nido y el papel nos reúnen hoy con el deseo de dejar un recuerdo duradero. Un recuerdo de Escuela que nos acoge y protege, que nos abraza pero no asfixia, que nos mira con asombro cada jornada, donde hemos pasado un tiempo… sin tiempo, sin prisa, sin intenciones, un espacio que permite, con total confianza; un verdadero segundo hogar… 

Gracias por compartir con nosotros este curso!

Botellas llenas de vivencias de todo un curso en la Escuela

Después de un curso juntos llegó la hora de despedirse, de cerrar de alguna manera todas las vivencias. Buscando un sentido propio en cada una de las aulas de la Escuela, pero teniendo como base de esta despedida nuestro proyecto anual, cada espacio se pensó de manera particular atendiendo su propia realidad. 

Así en el aula de bebés, Aula Rana Juana, el espacio se ha ido “llenando” poco a poco, tratando de rescatar algo tan presente en la Escuela Infantil como son las metáforas, a través de “la botella” como simbología de algo que se llena. Partiendo de la botella vacía, cada familia pudo llenarla de diferentes materiales como se ha ido llenando el propio aula. A las familias les esperaba un texto que explicaba la idea del encuentro y un número amplio de botellas y materiales para completar la propuesta-taller.